El motivo por el cual hemos escogido este fragmento del
libro, es la gran similitud que hay entre la situación narrada por éste, y la experimentada en algunas ocasiones por
los miembros del grupo.
Cuando eres adolescente la
opinión que tienen tus amigos, compañeros... sobre ti, influye notablemente en tu comportamiento. En el momento en el que
formas parte de una pandilla serás etiquetado (el guapo y deportista como
ligón, el feo y regordete como el gracioso, el que saca buenas notas como
empollón...). Una vez catalogado no hay vuelta atrás, tienes que cargar con ese
papel hasta el final de tu pubertad. Pero antes de ser catalogado, transcurre
un tiempo hasta que se van otorgando los papeles que va a desempeñar cada uno
de los miembros del grupo, es en ese momento cuando llegan los problemas, pues
nadie quiere ser el chaval humillado y triste al que nadie respeta. Ante este
problema los adolescentes actúan como se describe en el libro (desafiando al
profesor sin hacerle caso y buscando la risa de sus compañeros),pues resulta irónico pero el chaval que peor se porta en clase y más
comentarios chorra suelta durante la lección, es luego el más laureado por sus
amigos.
Por ejemplo, el profesor pregunta los ríos de España y uno
de los alumnos empieza a decir, el Nilo, el Danubio, el Volga... ese alumno
posiblemente se sepa los ríos de España, pero por no quedar de empollón, dice
otros que no tienen nada que ver y así queda de "guay"; o cuando el
profesor lanza una pregunta a sus alumnos, y un silencio inunda la sala por el
miedo que tienen éstos a responderla, por lo que es más fácil callar.
Otra situaciones que producen muy a menudo es no hacer los
deberes o sacarse el curso con el mínimo esfuerzo, padeciendo hasta el final.
Todas esas actitudes de rebelde, te hacen perder puntos ante el profesor, pero
hacen que tu popularidad suba como la espuma.
Cuando eres joven, el chaval que estudia y es responsable es
un friky y un empollón, mientras que el adolescente rebelde es el más popular y el que mayor atracción suscita.
Bajo nuestro punto de vista creemos que esos alumnos que
actúan de esa forma, viven el momento, el día a día, no son conscientes de que
todo lo que hacen, seguramente les repercutirá para mal en un futuro. Mientras,
los que más se han esforzado durante esa etapa tan compleja, suelen conseguir
los mejores porvenires.
La verdad es que es una situación un tanto absurda, aunque
nunca es tarde para mejorarla.
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